jueves, 30 de diciembre de 2010

Giordani y Merentes le siguen mintiendo al país

Giordani y Merentes le siguen mintiendo al país. Al cierre del 2009 la economía tuvo una caída de 3,3% y 1,9% en el 2010, de acuerdo con cifras del Banco Central de Venezuela. Al decretar una devaluación del Bolívar de 2,30 a 4,60 bolívares por dólar es contradictorio anunciar un crecimiento económico para el 2011 de por lo menos un 2% y una inflación a un porcentaje máximo de 25%.
Fue eliminado de un solo hachazo el dólar preferencial para estudiantes en el exterior, medicinas y alimentos de primera necesidad. Desde el 15 de Enero del 2010 Cadivi estableció 3.089 códigos arancelarios, correspondientes a insumos químicos, alimentos, medicinas, maquinarias y materias primas agrícolas, los cuales debían importarse a un tipo de cambio de 2,60 bolívares por dólar. Ahora el Gobierno Nacional en la voceria de Giordani y Merentes con el anuncio de esta devaluación a 4,60 bolívares por dólar acaban de pulsar el botón de la inflación y la reducción del poder adquisitivo de los venezolanos, y por supuesto, una disminución en su calidad de vida.
Se puede decir que el régimen socialista esta imponiendo un “combo financiero” a los trabajadores, contentivo de la devaluación, aumento del IVA y aplicación del débito bancario, además del atropello impositivo que están preparando para finales del mes de marzo con la declaración del Impuesto sobre la renta.
El 2011 nos encuentra con una mayor dependencia de los precios del petróleo; creciente desempleo y subempleo; pérdida de poder adquisitivo de los salarios; falta de inversión en las empresas básicas de Guayana; cierre de más de 40% por ciento de las empresas manufactureras privadas que existían en 1998, y pérdida del libre desenvolvimiento de la gente y pérdida de las libertades individuales, con un saco de leyes de corte autoritario aprobadas ilegalmente por la Asamblea Nacional en forma vertiginosa y sin mucha discusión.
A esta situación se agrega el deterioro del sistema eléctrico nacional, la falta de producción de gas para los sectores público y privado, el colapso de los hospitales, la inseguridad desbordada, al punto de batir record con 17.600 asesinatos en el 2011, y serie de atropellos políticos como consecuencia de la falta de independencia de los poderes públicos. También están presentes los escándalos de corrupción y fraude puestos de manifiesto con la quiebra e intervención de un grupo de bancos y otras instituciones financieras vinculados a altos funcionarios del régimen. Es decir, la guinda de la torta es la devaluación del bolívar.

Con este escenario ¿Cómo se puede predecir repunte económico? ¿Baja inflación?.Giordani y Merentes mienten.

Lo que nos queda a los trabajadores es unificar los criterios alrededor de un solo objetivo, recuperar la gobernabilidad y salvar la democracia. Para eso tenemos que convencernos de que el problema es netamente político y su salida mas expedita es también política y pasa por un cambio de gobierno de una forma civilizada, democrática y electoral.