sábado, 19 de junio de 2010

GOBIERNO ELIMINA CONVENCIONES COLECTIVAS

El Ejecutivo Nacional pretende eliminar las Convenciones Colectivas. Al reservarse el Presidente de la Republica la potestad y la autoridad para discutir las Convenciones Colectivas lo que persigue es acabar con este importante instrumento de lucha de los trabajadores venezolanos. En las cartillas que el control obrero están repartiendo en las empresas de Guayana esta claramente definida la eliminación de las estructuras jerárquicas, para ir hacia una estructura horizontal de mando e imponer el salario social, es decir, un salario igual indistintamente de la preparación académica y la experiencia de los trabajadores
En una comunicación enviada desde la Vicepresidencia de la Republica al Ministro José Kham expresa que ningún Ministerio, Instituto, Empresa o Fundación del Ejecutivo Nacional esta autorizado a firmar Contratos Colectivos, realizar ajustes salariales o decretar bonificaciones al personal de cualquier nivel a su cargo.
Esta es una situación que tiene que ser analizada a profundidad por los trabajadores de Guayana y del país. Los beneficios establecidos en la Ley Orgánica del Trabajo, en las Convenciones Colectivas y en la propia Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela no ha sido un regalo de ningún Gobierno, ha sido el producto de años de luchas a través del movimiento sindical organizado.
El régimen esta actuando con una fuerza envolvente que combina las estatizaciones con la conculcación de los derechos políticos de los trabajadores para de esta forma reducir y centralizar la política laboral del estado en desmedro de la calidad de vida de los venezolanos.La política estatista adelantada por el Gobierno Nacional hasta ahora ha fracasado. Los ejemplos sobran, Inveval, Invepal, las briqueteras, las empresas familiares de la costa oriental del lago, las empresas de Guayana. Al día de hoy, después de once años de desorden e improvisaciones no pueden mostrar una sola empresa exitosa.
Por otra parte y es lo preocupante, en el modelo socialista que se nos presenta encontramos dirigentes sindicales presos como Rubén González, Secretario General del Sindicato de Ferrominera y la persecución a los trabajadores de la Corporación Venezolana de Guayana y a los trabajadores siderúrgicos, cuyo único delito ha sido reclamar mejores condiciones de trabajo y el cumplimiento de los Beneficios Contractuales. Además, de otras aberraciones como el desmejoramiento de las Convenciones Colectivas en el Metro de Caracas y en Petróleos de Venezuela.
Con la política estatista vamos hacia una debacle. El gobierno revolucionario, socialista, antiyanqui le paga muy bien a las empresas trasnacionales neoliberales, como por ejemplo a TERNIUM o a la CHEVRON TEXACO, propiedad de la familia Bush, entre tanto al capital nacional sencillamente lo expropia e ignora la indemnización establecida en la CRBV. Para los trabajadores la historia no es distinto, sustituye los sindicatos con un mecanismo perverso llamado “control obrero” extraído de los manuales marxistas imponiendo consejos de trabajadores, liquidando la autonomía, la libertad sindical y conquistas laborales.
Por lo antes expuesto, el camino es cívico, democrático y electoral. Los trabajadores debemos dar la gran batalla el 26 de Septiembre asistiendo a votar por la defensa de nuestras familias y del país en general.

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