viernes, 2 de abril de 2010

SIDOR, POR UNA DISCUSION AMPLIA

Mi intención al escribir algunas apreciaciones sobre las opiniones emitidas por el Dr. Calzadilla no fue establecer un debate directo con su persona, pero si me parece interesante que la discusión se abra a otros sectores de la sociedad, porque lo que ocurre en Sidor afecta a toda la región y a buena parte del país.

Me complace que Calzadilla reconozca que “conjuntamente con los venezolanos” fue posible llevar a Sidor a niveles óptimos de productividad, por esa razón un desagravio pendiente es a los criollitos que después de cumplir su horario diurno se quedaban hasta las nueve de la noche para realizar cursos de capacitación. A los jóvenes profesionales, Ingenieros, Técnicos Superiores con salarios un poco mas del salario mínimo con pocas esperanzas de obtener una vivienda, un carro y formalizar un hogar como Dios manda. Los más arriesgados aceptaron la confiscación de sus vacaciones, utilidades, prestaciones sociales y parte del ingreso mensual para amortizar las deudas derivadas de los proyectos habitacionales adelantados por iniciativa de los propios trabajadores. Mientras eso ocurría se batían récords de producción en toda la planta y los ingresos de la empresa aumentaban exponencialmente.

Nadie desconoce los éxitos de la gerencia argentina desde el punto de vista administrativo, pero los que vivimos el momento, estamos de acuerdo en que despreciaron al factor más importante de la producción, el factor humano.

Todo no esta dicho, ni de una parte ni de la otra, hay cosas que deben decirse sin complejos, la dirigencia sindical entregó, regaló o vendió – no se cual utilizaron - , importantes beneficios, me parece que los argentinos hurgaron en la mediocridad dirigencial y utilizaron algunos métodos de aplicación universal para corromper la conducta humana. El hombre tal cual es, dijo Bolívar de Gil Blas de Santillana. Debo admitir que hubo un derroche de liderazgo, mucho teatro y al final la salida por la puerta trasera, esa fue la triste realidad. Los trabajadores no han terminado de expiar sus culpas.

Temas como la tercerización ameritan un escenario bien definido en el espacio y en el tiempo, en la ultima gestión sindical si se hicieron planteamientos concretos, no así con la nomina de conducción.

Lo cierto es que existe un hecho evidente, una empresa al borde de la quiebra, y sin intenciones de ir hacia delante, por el contrario, se insiste en convertir a Sidor en una empresa socialista, lo cual es sinónimo de repartir lo que no se ha producido y tiene que ver con una discusión que data desde la edad media y es la confrontación de dos posiciones difíciles de conciliar, todo ser humano tiene derecho a una vida digna y un salario justo, pero al mismo tiempo el salario tiene que guardar relación con la productividad(término execrado por Chávez), es decir, con la capacidad del empleador para pagarlo. Por ahora, contamos con el dólar petrolero.

Actualmente los compañeros del sector aluminio esta unidos en una lucha por el aumento salarial y en SIDOR apenas comienza la pelea por la contratación colectiva. La reflexión es: ¿Qué hacemos después de conseguir un aumento salarial y un excelente contrato colectivo, si tenemos las empresas de Guayana al borde de un cierre técnico por la incapacidad para gerenciar las mismas? Las empresas sean públicas o privadas tiene que ser rentables, se puede subsidiar a los ciudadanos y a las empresas algún tiempo, pero es imposible que esto suceda todo el tiempo. Definitivamente el problema es eminentemente político, tiene un fundamento ideológico y su esencia es el modelo económico que necesita la región.

La corrupción se ha diversificado tanto que valdría la pena clasificarla, los que aceptan un cargo sin capacidad para ejercerlo, los que los otorgan, los que se apropian indebidamente de bienes ajenos y el mas grave los que como este gobierno le han robado los sueños y las ilusiones a un pueblo.

La ciudad espera mucho mas allá de asfaltar unas cuantas calles y colocar unos bombillos, coincido con el Dr. Calzadilla en la necesidad del debate. ¿Qué piensan los industriales, la academia, los gremios, los comerciantes?.



José Luis Alcocer

Ex secretario de organización de SUTISS

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