La inseguridad se ha convertido en Venezuela en
un fenómeno cotidiano, casi normal, la zozobra de los ciudadanos es rutinaria. Venezuela está ubicado como el segundo país
con la más alta tasa de homicidios del mundo, sólo superado en su magnitud por
Honduras, con una tasa de 104 homicidios por cada 100mil/hab.
En Venezuela se cometen muchos más asesinatos
que en países considerados tradicionalmente violentos como Jamaica, El Salvador,
Colombia y con una tasa mucho más elevada que la de Brasil y México. Y también....increíblemente, también superamos a Irak y a la franja
de Gaza.
24.980 fallecidos en el año 2014 y una tasa de
82 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, indican que somos un país en
luto permanente.
En el otrora estado apacible y cargado de
leyendas y de historias patrias, en
nuestro Estado Bolívar, sede del Congreso
de Angostura y puerta del turismo hacia América del Sur , donde todavía vibran
las palabras del Libertador Simón Bolívar en las paredes y calles de piedras
del casco histórico de la ciudad..la misma ciudad que fue la capital de América
en 1819...esa ciudad se niega a cambiar su vocación histórica y de libertades
por la connotación de una violencia impulsada por una revolución inútil que nació
en los cuarteles y ha inundado de violencia las calles de Venezuela.
Como dicen las sagradas escrituras “Todo lo que
el hombre siembra lo cosechará”.
En lo que va de gestión con el Gobernador
Francisco Rangel Gómez se contabilizan 8.952
Homicidios en el Edo Bolivar, 5.543 Caroni, 4.433 San Félix; 2.060 Heres; 382
Piar, 962 en otros Municipios. En lo que va del primer
trimestre del 2015 van en el Edo. Bolívar 262 Homicidios, 110 Caroní de estos
71 en San Félix, 51 Heres, 22 Sifontes y 79 en otros Municipios.
¿Y que ha hecho el gobierno
nacional, aparte de instalar 22 planes de seguridad fracasados. ¿Y que ha hecho el ciudadano Gobernador
del Estado Bolívar?...cuadrantes..cadenas de radio...y eso si...mucha
publicidad de un fulano estado Potencia que solo existe en la imaginación de
sus creadores.
Con la consigna “el pueblo en
armas”... y la doctrina del
'Si yo fuera pobre, y tuviera hambre
robaría” enaltecida por el desaparecido líder eterno en un legado atiborrado
de violencia, los venezolanos nos negamos a cambiar nuestra conducta solidaria
y fraternal, queremos volver a nuestras raíces...la destrucción institucional,
la quiebra de las normas y las leyes
como reguladores de la vida social y la violencia como único método eficiente
para obtener las metas tenemos que desterrarla de una manera democrática,
civilizada y constitucional..
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