martes, 2 de junio de 2015

AGUA Y LUZ

En temporadas de condiciones climáticas adversas como la que estamos viviendo, es cuando se le ven las costuras al déficit en la infraestructura nacional de los servicios públicos; particularmente en los sectores  eléctrico y de suministro de agua. Entre estos  sectores existe una relación mucho mayor de la que la gente se imagina.  Cuando se registran en una región del país apagones no programados, como han ocurrido en más de una oportunidad en Ciudad Bolívar , dejan de funcionar los sistemas de bombeo y se requieren varias  horas para reiniciar el proceso de presurización de las tuberías; e incluso se corre el peligro que se quemen los motores.
Muy grave también lo que está ocurriendo en Guayana,  por existir baja disponibilidad en las centrales termoeléctricas en el resto del país, se ha venido sobreexplotando nuestra máxima central de generación eléctrica del  Guri….por cierto … para el viernes 15 de este mes de Mayo se encontraba a 21,17 m por debajo de su nivel óptimo, el cual debe permanecer en 270 m y próximo a alcanzar un nivel más bajo al del 2010 según información emanada de Corpoelec en su pagina Web.
Cuando el embalse baja en estas proporciones se pierde la carga hidráulica y baja la eficiencia de las turbinas lo cual produce una reducción drástica en la generación. La operatividad de nuestro país está muy ligada a su infraestructura y al manejo de la energía. La experiencia de los últimos 16 años ha sido catastrófica, a pesar de las inmensas sumas de dinero que han entrado por la venta de petróleo….en Ciudad Bolivar las tuberías de distribución del agua ya cumplieron su vida útil, pero el gobierno se niega a iniciar un plan ambicioso de reposición….por eso cuando reparan una tubería…seguro revienta otra.
Hemos invertido grandes sumas de dinero en nueva generación termoeléctrica e hidroeléctrica, pero con bajos resultados,  muchas de estas obras no se han terminado o están paralizadas, como es el caso de la Central Hidroeléctrica de Tacoa y la central Tocoma o casos emblemáticos como las dos plantas termoeléctricas instaladas en la zona de la empresa Sidor sin que todavía hayan generado energía ni para encender un bombillo ahorrador.

La única salida para que se inicie un cambio político que nos libere de la improvisación, la corrupción y el desorden administrativo que está destruyendo al país, es votando en las elecciones parlamentarias para ganar la mayoría de la Asamblea nacional.

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