En temporadas de condiciones climáticas adversas como la que
estamos viviendo, es cuando se le ven las costuras al déficit en la
infraestructura nacional de los servicios públicos; particularmente en los
sectores eléctrico y de suministro de
agua. Entre estos sectores existe una
relación mucho mayor de la que la gente se imagina. Cuando se registran en una región del país apagones no
programados, como han ocurrido en más de una oportunidad en Ciudad Bolívar ,
dejan de funcionar los sistemas de bombeo y se requieren varias horas para reiniciar el proceso de
presurización de las tuberías; e incluso se corre el peligro que se quemen los
motores.
Muy grave también lo que está ocurriendo en Guayana, por existir baja disponibilidad en las
centrales termoeléctricas en el resto del país, se ha venido sobreexplotando nuestra
máxima central de generación eléctrica del Guri….por cierto … para el viernes 15 de este
mes de Mayo se encontraba a 21,17 m por debajo de su nivel óptimo, el cual debe
permanecer en 270 m y próximo a alcanzar un nivel más bajo al del 2010 según
información emanada de Corpoelec en su pagina Web.
Cuando el embalse baja en estas proporciones se pierde la carga
hidráulica y baja la eficiencia de las turbinas lo cual produce una reducción drástica
en la generación. La operatividad de nuestro país está muy ligada a su
infraestructura y al manejo de la energía. La experiencia de los últimos 16
años ha sido catastrófica, a pesar de las inmensas sumas de dinero que han
entrado por la venta de petróleo….en Ciudad Bolivar las tuberías de
distribución del agua ya cumplieron su vida útil, pero el gobierno se niega a
iniciar un plan ambicioso de reposición….por eso cuando reparan una
tubería…seguro revienta otra.
Hemos invertido grandes sumas de dinero en nueva generación
termoeléctrica e hidroeléctrica, pero con bajos resultados, muchas de estas obras no se han terminado o
están paralizadas, como es el caso de la Central Hidroeléctrica de Tacoa y la
central Tocoma o casos emblemáticos como las dos plantas termoeléctricas
instaladas en la zona de la empresa Sidor sin que todavía hayan generado
energía ni para encender un bombillo ahorrador.
La única salida para que se inicie un cambio político que nos
libere de la improvisación, la corrupción y el desorden administrativo que está
destruyendo al país, es votando en las elecciones parlamentarias para ganar la
mayoría de la Asamblea nacional.
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