El movimiento sindical venezolano y especialmente en
nuestra Ciudad Bolívar vive un momento difícil, el desempleo, el deterioro del
salario, el desconocimiento de las convenciones colectivas y la criminalización
de la actividad sindical por parte del Gobierno y de los patronos privados hacen
que los trabajadores en general se sientan amenazados en sus derechos y en sus
libertades.
Ninguna ideología ni bandera pueden invocarse para pisotear
la libertad sindical o abolir el fuero sindical. Los trabajadores venezolanos
históricamente reclamamos nuestros derechos, nadie nos puede pedir que los
entreguemos.
Desde el 2005 a inicios del 2014, de acuerdo a cifras del
Programa Venezolano de educación – acción en derechos humanos (Provea) había
alrededor de 2.400 personas procesadas por ejercer el derecho a la huelga, a la
reunión pacífica o asambleas.
En Ciudad Bolívar, en la Alcaldía del Municipio Autónomo
Heres despidieron más de 150 trabajadores y todavía no le han cancelado sus
prestaciones sociales, desde la propia Gobernación dejaron una estela de
despedidos en el 171, Inviobras e Hidrobolivar.
Por otra parte varios dirigentes sindicales tienen
calificación de despidos cursando en la inspectoría del Trabajo, en las
empresas Makro, Abastos Bicentenario, Monaca, en el sector Educación y en la
salud también son víctimas del atropello patronal.
La libertad sindical está considerada un derecho
fundamental y el convenio 87 de la organización Internacional del Trabajo
expresa claramente que “las autoridades públicas deben abstenerse de toda
intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio
legal”.
Uno de los casos mas emblematico en la actualidad ha
sido el despido injusto del Secretario General del los trabajadores de Veniran.
Y lo lamentable
es que este despido ha contado con el aval del gobierno venezolano a
traves de la inspectoria del trabajo de Ciudad Bolivar. ¿Saben ustedes radioscuchas de La primera
93.1 Fm que en la Republica Islamica de iran no existen sindicatos?.
Ese modelo al igual que
el cubano lo rechazamos los trabajadores venezolanos.
Protestar no es un delito …es un derecho
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